¿Para donde voy?
No sé, me encuentro cautiva dentro de mis propios pensamientos; en un instante razono pero al otro me lleno de rabia de ira, y caigo nuevamente en la confusión. Que explicación tiene esto, si encuentro dos caminos, seguir o buscar una ilusión. Me duele aceptar que aunque las cosas bellas me ligan, las cosas malas me alejan de ti.
Me ganan los deseos, me luego me freno y pienso “esto es lo que quiero para mi vida”.
Ando deambulando en la tristeza vacía, fría y ahogada, la única salida se torna oscura y con ecos desgarradores, que ensordecen la paz del silencio, la tranquilidad del alma.
Caminando por los bosques de espinas envenenadas, se me hace más fácil pasar, que seguir pasando por este sentimiento, este que ya no tiene nombre, que cuando lo tuvo se deshizo como se va la arena al fondo del mar.